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Herpes Zóster vs. Dermatitis de Contacto: Orientación para lesiones vesiculosas

Primer plano de un antebrazo con piel marrón clara mostrando lesiones vesiculares. A la izquierda, vesículas agrupadas y enrojecidas típicas de Herpes Zóster. A la derecha, parches rojos con vesículas dispersas, característicos de Dermatitis de Contacto. Fondo de oficina médica, sugiriendo un examen clínico.

Las lesiones vesiculosas en la piel pueden ser un desafío diagnóstico, especialmente cuando se trata de diferenciar entre herpes zóster y dermatitis de contacto. Ambas condiciones pueden presentar vesículas, pero sus causas, manifestaciones clínicas y tratamientos son distintos. Este artículo busca proporcionar una guía clara para distinguir entre estas dos condiciones, ayudando a los médicos a realizar un diagnóstico preciso y a elegir el tratamiento adecuado.

Profundizando en el diagnóstico diferencial

El herpes zóster es una reactivación del virus varicela-zóster, que se presenta típicamente como una erupción dolorosa y vesicular en un dermatoma específico. El dolor neuropático es una característica común, y las vesículas suelen agruparse sobre una base eritematosa. Un caso clínico de herpes zóster en la división del nervio trigémino ilustra la complejidad del diagnóstico diferencial, ya que puede confundirse con otras enfermedades vesiculobullosas de la boca [1].

Por otro lado, la dermatitis de contacto es una reacción inflamatoria de la piel causada por la exposición a irritantes o alérgenos. Las lesiones suelen ser más dispersas y pueden incluir vesículas sobre una base eritematosa, pero sin el patrón dermatomal característico del herpes zóster. Un estudio sobre la infestación por especies de Paederus en Turquía destaca cómo estas lesiones pueden imitar tanto al herpes zóster como a la dermatitis de contacto, subrayando la importancia de una historia clínica detallada para el diagnóstico [2].

Además, se ha documentado que el virus varicela-zóster puede manifestarse en áreas de dermatitis preexistente, lo que complica aún más el diagnóstico. Un estudio sobre varicela oculta muestra cómo las lesiones vesiculares pueden aparecer en sitios de dermatitis preexistente, sugiriendo la necesidad de considerar una infección viral en tales casos [3].

Conclusiones

La diferenciación entre herpes zóster y dermatitis de contacto es crucial para el manejo adecuado de las lesiones vesiculosas. Mientras que el herpes zóster requiere tratamiento antiviral y manejo del dolor neuropático, la dermatitis de contacto se maneja principalmente evitando la exposición a irritantes y utilizando corticosteroides tópicos. Una evaluación clínica cuidadosa, apoyada por la historia del paciente y, cuando sea necesario, pruebas de laboratorio, es esencial para un diagnóstico preciso.

Referencias


Creado 6/1/2025