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Diagnóstico de los Miomas Uterinos: Ecografía pélvica y sintomatología ginecológica

Doctora hispana en un entorno médico profesional, examinando una imagen de ecografía pélvica en una pantalla de computadora, que muestra fibromas uterinos. La doctora tiene una expresión concentrada, destacando la importancia del diagnóstico preciso de miomas uterinos. En el fondo, una oficina médica con libros y un modelo del sistema reproductivo femenino.

Los miomas uterinos, también conocidos como fibromas o leiomiomas, son los tumores benignos más comunes del útero, afectando a un gran porcentaje de mujeres en edad reproductiva. Aunque muchos miomas son asintomáticos, un número significativo de mujeres experimenta síntomas que afectan su calidad de vida, como metrorragia, dolor pélvico y problemas reproductivos. La ecografía transvaginal se ha establecido como la herramienta de diagnóstico inicial más accesible y sensible para la evaluación de estos tumores.

Profundizando en el Diagnóstico de los Miomas Uterinos

La ecografía transvaginal es el método de elección para la detección de miomas debido a su alta sensibilidad y especificidad. Este procedimiento permite visualizar los miomas como masas sólidas, bien definidas y hipoecoicas, que pueden causar sombras acústicas variables. Sin embargo, en casos donde los miomas son numerosos o presentan características complejas, la resonancia magnética (RM) ofrece una evaluación más precisa, especialmente cuando se utiliza la clasificación FIGO para describir y clasificar los miomas de manera uniforme y consistente [1].

La sintomatología de los miomas uterinos varía según su tamaño y ubicación. Los síntomas más comunes incluyen metrorragia, dolor pélvico y síntomas de masa. En algunos casos, los miomas pueden contribuir a la infertilidad o complicaciones obstétricas. La gestión de los miomas se basa en la severidad de los síntomas y el deseo de la paciente de preservar su fertilidad [2].

Conclusiones

El diagnóstico preciso de los miomas uterinos es crucial para el manejo adecuado de los síntomas y la planificación del tratamiento. La ecografía transvaginal sigue siendo la herramienta de diagnóstico inicial más utilizada, pero la resonancia magnética es preferida en casos complejos. La comprensión de la clasificación FIGO y la correlación de los hallazgos ecográficos con la sintomatología clínica son esenciales para una evaluación completa y precisa. La investigación continua y el desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas prometen mejorar aún más nuestra capacidad para diagnosticar y tratar esta condición prevalente [3].

Referencias


Creado 6/1/2025