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Tratamiento del Cáncer de Piel: Extirpación quirúrgica, crioterapia y seguimiento

Consulta médica en una sala bien iluminada. Un médico hispano de mediana edad, con bata blanca y gafas, explica un plan de tratamiento a una paciente hispana de unos 50 años, mostrando un diagrama de capas de piel en una tableta digital. En el escritorio hay folletos sobre 'Tratamiento del Cáncer de Piel' y un modelo de piel humana. Al fondo, un póster ilustra tratamientos de cáncer de piel como la escisión quirúrgica y la crioterapia. La atmósfera es profesional y tranquilizadora.

El tratamiento de cáncer de piel es un tema de gran relevancia en la práctica médica actual, dado el aumento en la incidencia de este tipo de cáncer a nivel mundial. Los carcinomas de células basales y los carcinomas de células escamosas cutáneos son las formas más comunes de cáncer de piel, y su manejo requiere un enfoque multidisciplinario que incluye la escisión local, la crioterapia y el seguimiento dermatológico.

Profundizando en el Tratamiento

La extirpación quirúrgica sigue siendo el tratamiento de primera línea para la mayoría de los casos de cáncer de piel, especialmente para los tumores de alto riesgo o aquellos localizados en áreas anatómicas sensibles. La cirugía micrográfica de Mohs es particularmente eficaz para reducir las tasas de recurrencia en tumores de alto riesgo, aunque su uso se reserva para casos específicos debido a su complejidad y costo.

La crioterapia es una opción viable para tumores más pequeños y de bajo riesgo. Este método utiliza temperaturas extremadamente bajas para destruir las células cancerosas y es menos invasivo que la cirugía, aunque puede no ser tan efectivo en términos de tasas de recurrencia a largo plazo. Según un estudio reciente, los tratamientos no quirúrgicos como la crioterapia y la inmunoterapia tópica, aunque menos efectivos que la cirugía, ofrecen resultados cosméticos superiores.

El seguimiento dermatológico es crucial para detectar recurrencias tempranas y manejar nuevos casos de cáncer de piel. La vigilancia regular es especialmente importante dado que el riesgo de desarrollar un nuevo cáncer de piel dentro de los cinco años posteriores a un diagnóstico inicial es significativo, alcanzando hasta un 82% en pacientes con múltiples diagnósticos previos.

Conclusiones

El manejo del cáncer de piel requiere una combinación de estrategias terapéuticas adaptadas a las características individuales de cada paciente y tumor. La escisión local sigue siendo el estándar de oro para la mayoría de los casos, mientras que la crioterapia y otros tratamientos no quirúrgicos ofrecen alternativas menos invasivas con buenos resultados cosméticos. El seguimiento dermatológico es esencial para el manejo a largo plazo de estos pacientes, asegurando una detección temprana de recurrencias y nuevos tumores.

Referencias


Creado 6/1/2025