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Ranitidina: Efectos secundarios y alternativas en el tratamiento del reflujo

Hombre hispano de mediana edad sentado en una cocina moderna, mirando pensativamente una botella de ranitidina sobre la mesa, junto a remedios naturales como jengibre y té de manzanilla, sugiriendo opciones alternativas para el tratamiento del reflujo.

La ranitidina, un conocido antagonista H2, ha sido ampliamente utilizada en el tratamiento del reflujo gastroesofágico y otras afecciones relacionadas con el exceso de ácido gástrico. Sin embargo, en los últimos años, su uso ha sido objeto de escrutinio debido a la presencia de N-nitrosodimetilamina (NDMA), un probable carcinógeno humano, en algunos productos de ranitidina. Esto ha llevado a su retirada del mercado en varios países, lo que ha generado la necesidad de buscar alternativas efectivas y seguras para los pacientes.

Profundizando en el tema

El retiro de la ranitidina ha obligado a los médicos a reconsiderar las opciones de tratamiento para sus pacientes. Un estudio realizado en Corea del Sur mostró que aproximadamente dos tercios de los pacientes con trastornos gastrointestinales cambiaron a medicamentos alternativos dentro de los tres meses posteriores a la retirada de la ranitidina. Las alternativas más prescritas fueron otros antagonistas H2, seguidos de inhibidores de la bomba de protones (IBP), bloqueadores de ácido competitivos con potasio y análogos de prostaglandina E1 [1].

Entre los efectos secundarios de la ranitidina, aunque raros, se han reportado reacciones anafilácticas. Un estudio documentó casos de reacciones anafilácticas inducidas por ranitidina, lo que subraya la importancia de estar atentos a las reacciones adversas potencialmente graves [2].

En cuanto a las alternativas, los inhibidores de la bomba de protones como el pantoprazol han demostrado ser más efectivos que la ranitidina en el control de los síntomas del reflujo gastroesofágico. Un ensayo clínico aleatorizado mostró que el pantoprazol proporcionó un control significativamente mayor de los síntomas en comparación con la ranitidina [3]. Además, el pantoprazol ha demostrado ser bien tolerado y eficaz en el manejo de trastornos relacionados con el ácido [4].

Conclusiones

La retirada de la ranitidina ha resaltado la necesidad de alternativas seguras y efectivas en el tratamiento del reflujo gastroesofágico. Los inhibidores de la bomba de protones como el pantoprazol ofrecen una opción viable, con una eficacia superior y un perfil de seguridad favorable. Es crucial que los médicos consideren las precauciones necesarias al prescribir tratamientos alternativos y estén atentos a las posibles reacciones adversas. La elección del tratamiento debe ser individualizada, teniendo en cuenta las características y necesidades específicas de cada paciente.

Referencias


Creado 6/1/2025