Fiebre Tifoidea vs. Brucelosis: Pautas para diagnosticar infecciones sistémicas

La fiebre tifoidea y la brucelosis son dos infecciones sistémicas que presentan desafíos diagnósticos significativos debido a sus síntomas inespecíficos y su presentación clínica similar. Ambas enfermedades son endémicas en muchas regiones del mundo y pueden manifestarse como fiebre prolongada, lo que complica aún más su diferenciación clínica. En este artículo, exploraremos las características clínicas y las pruebas diagnósticas que pueden ayudar a los médicos a distinguir entre estas dos infecciones.
Profundizando en el diagnóstico
La fiebre tifoidea, causada por Salmonella enterica serotipo Typhi, se caracteriza por fiebre, dolor abdominal y síntomas gastrointestinales. El diagnóstico se basa principalmente en la detección de antígenos específicos en sangre o en hemocultivos, aunque estos últimos pueden ser lentos y no siempre concluyentes. Un estudio reciente destacó la utilidad de la detección de antígenos en orina mediante ELISA como una herramienta prometedora para el diagnóstico rápido de la fiebre tifoidea, especialmente en la primera semana de fiebre [1].
Por otro lado, la brucelosis es una zoonosis causada por especies del género Brucella, que se transmite principalmente a través del contacto con animales infectados o el consumo de productos animales contaminados. Los síntomas incluyen fiebre, sudores nocturnos y dolores articulares. El diagnóstico de brucelosis es complejo debido a la baja sensibilidad de los hemocultivos y la necesidad de pruebas serológicas combinadas para evitar resultados falsos negativos. Las pruebas serológicas como el test de aglutinación en suero y el ELISA son fundamentales para confirmar la infección [2].
Un estudio comparativo en Etiopía subrayó la importancia de mejorar los servicios de laboratorio para el diagnóstico de estas infecciones, ya que la brucelosis a menudo se diagnostica erróneamente como malaria u otras enfermedades basadas únicamente en la clínica [3]. Además, la cultura de coágulos sanguíneos ha demostrado ser más sensible que los cultivos de sangre convencionales para ambas enfermedades, lo que permite una identificación más rápida del agente etiológico [4].
Conclusiones
El diagnóstico diferencial entre fiebre tifoidea y brucelosis es crucial para el manejo adecuado de estas infecciones sistémicas. La implementación de técnicas diagnósticas más rápidas y precisas, como el uso de ELISA para la detección de antígenos y la cultura de coágulos sanguíneos, puede mejorar significativamente la precisión diagnóstica y el tratamiento oportuno. Es esencial que los médicos en áreas endémicas estén bien informados sobre las características clínicas y las herramientas diagnósticas disponibles para estas enfermedades.
Referencias
- [1] Rapid diagnosis of typhoid fever by enzyme-linked immunosorbent assay detection of Salmonella serotype typhi antigens in urine.
- [2] Laboratory-based diagnosis of brucellosis--a review of the literature. Part II: serological tests for brucellosis.
- [3] Community-based prevalence of typhoid fever, typhus, brucellosis and malaria among symptomatic individuals in Afar Region, Ethiopia.
- [4] Diagnostic yield of blood clot culture in the accurate diagnosis of enteric fever and human brucellosis.
Creado 6/1/2025