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Espondilitis Anquilosante vs. Dolor Lumbar Mecánico: Reconocer la etiología inflamatoria

Consulta médica en una sala de examen, donde un paciente hispano de mediana edad, con bata de hospital, muestra incomodidad en la parte baja de la espalda. Una doctora hispana en sus 40s escucha atentamente mientras sostiene un portapapeles. En la pared, hay gráficos anatómicos de la columna vertebral, y un modelo de columna en un escritorio cercano, destacando el enfoque en la salud espinal y la importancia de diferenciar entre espondilitis anquilosante y dolor lumbar mecánico.

El dolor lumbar es una de las quejas más comunes en la práctica clínica, y su etiología puede ser variada. Entre las causas más frecuentes se encuentran el dolor lumbar mecánico y la espondilitis anquilosante, una forma de inflamación axial. Reconocer la diferencia entre estas dos condiciones es crucial para un tratamiento adecuado y efectivo.

Profundizando en la Diferenciación

El dolor lumbar mecánico suele ser el resultado de lesiones o tensiones en los músculos, ligamentos o discos intervertebrales. Este tipo de dolor generalmente mejora con el reposo y puede ser tratado con fisioterapia y analgésicos. Por otro lado, la espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas. Se caracteriza por rigidez lumbar matutina que mejora con el ejercicio y no con el reposo, y puede estar asociada a otras manifestaciones extraarticulares como uveítis o psoriasis.

La espondilitis anquilosante se asocia frecuentemente con el antígeno HLA-B27, y su diagnóstico puede ser confirmado mediante técnicas de imagen como la resonancia magnética, que revela inflamación en las articulaciones sacroilíacas. La prueba de Schober es una herramienta clínica útil para evaluar la movilidad de la columna lumbar en estos pacientes.

En contraste, el dolor lumbar mecánico no presenta estos marcadores inflamatorios y suele ser más localizado. La evaluación clínica y el historial del paciente son fundamentales para diferenciar entre estas condiciones, ya que el tratamiento y el pronóstico varían significativamente.

Conclusiones

La distinción entre espondilitis anquilosante y dolor lumbar mecánico es esencial para el manejo adecuado del paciente. Mientras que el dolor mecánico puede ser tratado con medidas conservadoras, la espondilitis anquilosante requiere un enfoque más agresivo, incluyendo el uso de antiinflamatorios no esteroideos y, en algunos casos, agentes biológicos. La identificación temprana de la inflamación axial puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.

Referencias


Creado 6/1/2025