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Diagnóstico de la Conjuntivitis: Diferenciación bacteriana, viral y alérgica

Primer plano de tres ojos humanos mostrando diferentes tipos de conjuntivitis: el ojo izquierdo con conjuntivitis bacteriana presenta enrojecimiento y secreción amarillenta; el ojo central con conjuntivitis viral muestra enrojecimiento y secreción acuosa; el ojo derecho con conjuntivitis alérgica tiene enrojecimiento, hinchazón y secreción acuosa.

La conjuntivitis es una de las afecciones oculares más comunes en la atención primaria, caracterizada por la inflamación de la conjuntiva, que puede ser causada por infecciones bacterianas, virales o alérgicas. La diferenciación precisa entre estas etiologías es crucial para un manejo adecuado y para evitar el uso innecesario de antibióticos. En este artículo, exploraremos los métodos de diagnóstico de conjuntivitis y cómo distinguir entre sus formas bacteriana, viral y alérgica.

Profundizando en el Diagnóstico

El diagnóstico de la conjuntivitis se basa en una combinación de historia clínica y examen físico. La secreción ocular es un signo clave: la secreción acuosa es más común en la conjuntivitis viral y alérgica, mientras que la secreción mucopurulenta sugiere una etiología bacteriana. La hiperemia conjuntival es un hallazgo común en todas las formas de conjuntivitis, pero la presencia de picazón intensa es más indicativa de una causa alérgica.

La fluoresceína es una herramienta útil en el diagnóstico diferencial, especialmente para descartar la queratitis o úlceras corneales. En la conjuntivitis viral, el adenovirus es el agente más común, y los síntomas suelen incluir una sensación de quemazón y secreción acuosa. En contraste, la conjuntivitis bacteriana, más frecuente en niños, se presenta con secreción purulenta y adherencia de los párpados al despertar [1].

El uso de antibióticos tópicos puede acortar la duración de la conjuntivitis bacteriana, pero no es necesario en casos no complicados. La conjuntivitis alérgica, que afecta hasta al 40% de la población, se trata eficazmente con antihistamínicos tópicos y estabilizadores de mastocitos [2]. En casos de conjuntivitis en portadores de lentes de contacto, siempre se debe considerar la posibilidad de úlceras corneales [3].

Conclusiones

La diferenciación precisa entre las formas bacteriana, viral y alérgica de la conjuntivitis es esencial para un tratamiento adecuado y para evitar el uso innecesario de antibióticos. La historia clínica detallada y el examen físico son fundamentales para el diagnóstico, y el uso de herramientas como la fluoresceína puede ayudar a descartar complicaciones más graves. La educación del paciente sobre la higiene personal y el manejo adecuado de los síntomas es crucial para prevenir la transmisión y mejorar los resultados clínicos [4].

Referencias


Creado 6/1/2025