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Diagnóstico del Cáncer Colorrectal: Colonoscopia, marcadores y estadificación

Un médico hispano de mediana edad, con bata blanca y estetoscopio, explica a una paciente hispana de unos 50 años el procedimiento de colonoscopia, señalando un diagrama anatómico del sistema digestivo en una pantalla digital. La paciente, vestida de manera casual, escucha con atención y muestra una expresión de ligera preocupación. En una mesa cercana, hay herramientas médicas, incluyendo un colonoscopio y viales etiquetados que representan biomarcadores. La imagen destaca la importancia del diagnóstico y la estadificación del cáncer colorrectal.

El cáncer colorrectal (CRC) es una de las principales causas de mortalidad por cáncer a nivel mundial. La detección temprana y el diagnóstico preciso son cruciales para mejorar los resultados clínicos y la supervivencia de los pacientes. En este contexto, la colonoscopia sigue siendo la herramienta diagnóstica de referencia, permitiendo la visualización directa del colon y la biopsia de lesiones sospechosas. Sin embargo, la búsqueda de métodos menos invasivos ha impulsado el desarrollo de biomarcadores que pueden complementar o, en algunos casos, sustituir a la colonoscopia en la detección temprana del CRC.

La colonoscopia no solo es esencial para el diagnóstico, sino también para la prevención del CRC mediante la detección y eliminación de pólipos premalignos. A pesar de su eficacia, su naturaleza invasiva puede limitar la participación en programas de cribado, especialmente en poblaciones de riesgo promedio. En este sentido, los biomarcadores no invasivos han ganado atención como herramientas complementarias. Estos incluyen mutaciones de ADN, metilación, ARN mensajero y microARN, así como perfiles de microbiota intestinal y metabolitos [1].

El uso de biopsias líquidas, que analizan biomarcadores en fluidos corporales, ofrece ventajas significativas en términos de invasividad mínima y accesibilidad [2]. Los biomarcadores en sangre, como las células tumorales circulantes y los ácidos nucleicos libres de células, están siendo investigados por su potencial en el diagnóstico temprano y la monitorización del CRC [3]. Además, la combinación de pruebas fecales, como el test inmunoquímico fecal (FIT), con biomarcadores moleculares ha mostrado mejorar la sensibilidad y especificidad en la detección del CRC [4].

La estadificación TNM es fundamental para determinar el pronóstico y guiar el tratamiento del CRC. La estadificación precisa permite la selección de terapias dirigidas y la evaluación del riesgo de recurrencia. Los avances en la identificación de biomarcadores han permitido una aproximación más personalizada al tratamiento del CRC, especialmente en casos avanzados o metastásicos [5].

En conclusión, el diagnóstico del cáncer colorrectal se beneficia enormemente de un enfoque multimodal que combina la colonoscopia con biomarcadores innovadores. Estos avances no solo mejoran la detección temprana, sino que también permiten una estadificación más precisa y un tratamiento personalizado, lo que en última instancia mejora los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes.

Referencias


Creado 6/1/2025