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Leucemia mieloide aguda: pronóstico y supervivencia basados en factores citogenéticos y moleculares

Un médico hispano de unos 40 años, con bata blanca y gafas, examina imágenes de cariotipos cromosómicos en un laboratorio médico moderno. Al fondo, se observan estantes con libros médicos y una pantalla de computadora mostrando un modelo 3D de ADN. La imagen transmite un ambiente de investigación avanzada sobre leucemia mieloide aguda, enfocándose en factores citogenéticos y moleculares.

La leucemia mieloide aguda (AML) es una enfermedad hematológica compleja caracterizada por la proliferación clonal de precursores mieloides inmaduros en la médula ósea. A pesar de los avances en el tratamiento, el pronóstico y la supervivencia de los pacientes con AML varían significativamente, influenciados por una serie de factores citogenéticos y moleculares. Estos factores no solo ayudan a estratificar el riesgo, sino que también guían las decisiones terapéuticas y predicen la respuesta al tratamiento.

Factores citogenéticos y moleculares en AML

Los factores citogenéticos han sido durante mucho tiempo la base para la estratificación del riesgo en AML. Anomalías como t(15;17), t(8;21) e inv(16) se asocian con un pronóstico favorable, mientras que otras como -5, -7 y alteraciones complejas indican un pronóstico adverso. Un estudio exhaustivo de 5876 pacientes subrayó la importancia de estas anomalías en la predicción de resultados [1].

En cuanto a los factores moleculares, las mutaciones en genes como DNMT3A, RUNX1 y TP53 han demostrado ser predictores significativos de supervivencia global más corta, especialmente en pacientes menores de 60 años [2]. La mutación NPM1 en ausencia de FLT3-ITD y las mutaciones bialélicas de CEBPA se asocian con un pronóstico más favorable, independientemente de la edad del paciente [3].

El uso de tecnologías avanzadas como la secuenciación de próxima generación ha permitido una comprensión más profunda de las aberraciones moleculares en AML, facilitando el desarrollo de terapias dirigidas. Inhibidores de FLT3 e IDH, entre otros, han emergido como opciones terapéuticas prometedoras [4].

Conclusiones

La integración de factores citogenéticos y moleculares en la evaluación del pronóstico de la leucemia mieloide aguda es esencial para mejorar la esperanza de vida de los pacientes. La identificación precisa de estos factores permite una estratificación del riesgo más efectiva y la personalización de las estrategias terapéuticas. A medida que la investigación avanza, es probable que surjan nuevas oportunidades para mejorar la supervivencia en leucemia aguda mediante la incorporación de terapias dirigidas y enfoques personalizados.

Referencias


Creado 13/1/2025