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Leucemia linfoblástica aguda: pronóstico, factores de riesgo y supervivencia pediátrica y adulta

Un grupo diverso de profesionales de la salud en un hospital moderno. En primer plano, una doctora hispana revisa un expediente médico, mientras un doctor asiático señala una pantalla digital con un diagrama de células sanguíneas, simbolizando la leucemia. Al fondo, una enfermera caucásica interactúa con un niño paciente, creando un ambiente de cuidado y profesionalismo. La imagen transmite esperanza y colaboración en el tratamiento de la leucemia.

La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es una neoplasia hematológica que afecta tanto a niños como a adultos, aunque su incidencia es mayor en la población pediátrica. Esta enfermedad se caracteriza por la proliferación descontrolada de linfoblastos en la médula ósea, lo que interfiere con la producción normal de células sanguíneas. A lo largo de los años, se han realizado avances significativos en el tratamiento y pronóstico de la LLA, especialmente en niños, donde las tasas de supervivencia han mejorado notablemente.

Profundizando en el pronóstico y factores de riesgo

El pronóstico de la LLA varía considerablemente entre niños y adultos. En la población pediátrica, las tasas de supervivencia han alcanzado aproximadamente el 90% gracias a la estratificación del riesgo basada en características biológicas de las células leucémicas y la respuesta al tratamiento. Sin embargo, en adultos, el pronóstico sigue siendo menos favorable, con tasas de supervivencia a largo plazo de alrededor del 50% en algunos subtipos de LLA [1].

Los factores de riesgo que influyen en el pronóstico incluyen la edad del paciente, el recuento de glóbulos blancos al diagnóstico, la presencia de enfermedad extramedular, el inmunofenotipo y las aberraciones citogenéticas. La enfermedad residual mínima (MRD, por sus siglas en inglés) es un marcador crucial que guía las decisiones terapéuticas y se asocia fuertemente con los resultados del tratamiento [2].

En los últimos años, se han desarrollado regímenes de tratamiento inspirados en protocolos pediátricos para adolescentes y adultos jóvenes, lo que ha mejorado las tasas de supervivencia en estos grupos [3]. Además, la incorporación de terapias dirigidas y de inmunoterapia ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento de la LLA refractaria o en recaída [4].

Conclusiones

A pesar de los avances en el tratamiento de la LLA, sigue existiendo una necesidad urgente de mejorar los resultados en adultos y en casos de alto riesgo. La investigación continua en la identificación de marcadores pronósticos y el desarrollo de terapias personalizadas es esencial para mejorar la esperanza de vida en la LLA. La integración de nuevas estrategias terapéuticas, como la inmunoterapia, ofrece una vía prometedora para aumentar las tasas de supervivencia en la leucemia aguda y reducir los efectos adversos del tratamiento convencional.

Referencias


Creado 14/1/2025