Parálisis de Bell vs. Ictus: Evaluación esencial de la parálisis facial

La parálisis facial es un síntoma alarmante que puede ser indicativo de diversas condiciones médicas, siendo las más comunes la parálisis de Bell y el ictus. Distinguir entre estas dos entidades es crucial para el manejo adecuado del paciente, ya que cada una requiere un enfoque terapéutico diferente. La parálisis de Bell es una condición benigna que afecta al séptimo par craneal, mientras que el ictus puede ser una emergencia médica que involucra el sistema nervioso central.
Evaluación Diferencial: Parálisis de Bell vs. Ictus
La parálisis de Bell es la causa más común de parálisis facial unilateral aguda, representando entre el 38% y el 83% de los casos de debilidad facial. Se caracteriza por una debilidad repentina en un lado de la cara, a menudo precedida por un dolor sordo detrás del oído ipsilateral. Los pacientes pueden experimentar síntomas como ojo seco, babeo y alteraciones del gusto. Afortunadamente, más del 80% de los pacientes se recuperan espontáneamente, especialmente si se inicia un tratamiento temprano con corticosteroides y antivirales [1].
Por otro lado, el ictus que afecta al tronco encefálico, como el infarto pontino, puede imitar una parálisis de Bell. Sin embargo, a menudo se acompaña de otros síntomas neurológicos como disartria, disfagia o déficits sensoriales contralaterales. La resonancia magnética es esencial para el diagnóstico preciso de estos casos, ya que permite identificar infartos pequeños que podrían pasar desapercibidos en una evaluación clínica inicial [2].
Es importante realizar una exploración neurológica exhaustiva y considerar el uso temprano de neuroimágenes en pacientes con debilidad facial para diferenciar entre estas condiciones. La identificación errónea de un ictus como parálisis de Bell puede llevar a un manejo inadecuado y a un uso ineficiente de los recursos de salud [3].
Conclusiones
La distinción entre parálisis de Bell e ictus es fundamental en la práctica clínica para asegurar un tratamiento adecuado y oportuno. Mientras que la parálisis de Bell suele ser autolimitada y benigna, el ictus requiere una intervención médica urgente. La debilidad facial debe ser evaluada con cuidado, utilizando tanto la historia clínica como las herramientas de diagnóstico por imagen cuando sea necesario. La educación continua y la actualización en las guías de manejo son esenciales para mejorar los resultados en los pacientes [4].
Referencias
- [1] Bell Palsy
- [2] Pontine stroke: a rare mimicker of Bell's palsy
- [3] The impact of misdiagnosing Bell's palsy as acute stroke
- [4] Bell's palsy: excluding serious illness in urgent and emergency care settings
Creado 6/1/2025