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Migraña vs. Cefalea Tensional: Guía práctica para el diagnóstico en consulta

Un médico hispano de mediana edad, con bata blanca y estetoscopio, escucha atentamente a una paciente hispana de unos 30 años en una consulta médica. La paciente, con expresión de preocupación, está sentada en la camilla. En la pared, un diagrama del cerebro humano destaca áreas relacionadas con dolores de cabeza. El ambiente es profesional y acogedor, ideal para un enfoque diagnóstico colaborativo.

El dolor de cabeza es una de las quejas más comunes en la consulta médica. Entre los tipos más frecuentes se encuentran la migraña y la cefalea tensional. Aunque ambos pueden presentar síntomas similares, su manejo y tratamiento difieren significativamente. Por ello, es crucial realizar un diagnóstico preciso para ofrecer el tratamiento más adecuado a nuestros pacientes.

Profundizando en el diagnóstico diferencial

La migraña se caracteriza por ser un dolor de cabeza pulsátil, generalmente unilateral, que puede estar acompañado de fotofobia, fonofobia, náuseas y, en algunos casos, aura. Es más prevalente en mujeres y puede ser agravada por la actividad física. La migraña es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, afectando significativamente la calidad de vida de los pacientes [1].

Por otro lado, la cefalea tensional se presenta como un dolor de cabeza bilateral, de intensidad leve a moderada, que no empeora con la actividad física y no suele acompañarse de náuseas. Aunque menos incapacitante que la migraña, la cefalea tensional es más prevalente, afectando a un mayor porcentaje de la población [2].

El diagnóstico diferencial entre migraña y cefalea tensional puede ser complicado debido a la superposición de síntomas. La falta de pruebas diagnósticas específicas y la coexistencia de ambas condiciones en un mismo paciente son desafíos comunes en la práctica clínica [3].

Conclusiones

Para un diagnóstico preciso, es esencial realizar una historia clínica detallada que incluya la descripción del dolor, factores desencadenantes, y síntomas asociados. La identificación correcta de la migraña y la cefalea tensional permite un manejo más efectivo, mejorando la calidad de vida del paciente. Además, es importante considerar el uso de tratamientos no farmacológicos y la evaluación de comorbilidades psicológicas, como la ansiedad y la depresión, que pueden influir en la presentación clínica de estos dolores de cabeza [4].

Referencias


Creado 6/1/2025